lunes, 4 de mayo de 2015

Tácticas de Fuerzas Especiales nº6

INCURSIÓN FLUVIAL 

Al tiempo que se sumergía en las sucias aguas del canal, Hughes soltó unos tacos en voz baja; el agua apenas le cubría hasta la barbilla. Se puso el equipo SCUBA de reciclaje y se sumergió moviéndose por las profundidades casi a empujones por el fondo. Era también peligroso... medio siglo de basura acumulada allá abajo, la mayor parte capaz de sajarte la mano de un tajo. Preparó el cronómetro a prueba de agua y lo puso en marcha, intentando mantener el equilibrio. Dos millas para llegar hasta la central eléctrica... 

Se sentía como si hubiera estado allí toda una eternidad, pero el reloj marcaba 50 minutos. Ahora debía tomar la temperatura del agua que subía conforme el agua fría del desagüe fluía hacia el canal. 

Cerró las válvulas del SCUBA y se lo quitó encogiendo los hombros y dejándolo anclado en el fondo con una colección de hierros viejos atados a una pequeña boya de pescar que flotaría en la superficie. Después se dirigió a la orilla y salió del agua en silencio....

Operaciones Submarinas


La infiltración no es el único tipo de operación anfibia. Hay una gran cantidad de objetivos militares submarinos de importancia, en el agua o cerca de ella, y todos son vulnerables a ataques de buceadores de combate, ya sea operando bajo el agua o que se acerquen en secreto, ya sea desembarcando y aproximándose al objetivo por una dirección inesperada y por tanto poco vigilada. 

Las operaciones submarinas como éstas normalmente obligan al buceador a estar sumergido un tiempo considerable, y para ello se necesita un equipo de respiración. Hay dos clases de SCUBA: de circuito abierto, cuando las botellas están llenas de aire comprimido y la espiración se realiza en el agua misma, y de circuito cerrado, cuando el buceador respira el mismo aire una y otra vez, y cada respiración "se llena" con el oxigeno puro que lleva en los tanques y el dióxido de carbono exhalado es absorbido por medio de un proceso químico. 

El SCUBA de circuito cerrado es particularmente difícil y peligroso e incluso preparar el equipo es peligroso en si mismo: el oxígeno puro es altamente explosivo en las circunstancias adecuadas. La ventaja es que no deja el rastro de las burbujas delatoras de la posición del buceador. 

Cargas de demolición

Incluso con el peligro de ser localizado, a veces se puede utilizar el circuito abierto SCUBA, pero la superficie del agua se debe agitar y hacer turbulenta con el fin de reducir el riesgo. La ventaja está en su facilidad de uso y en su gran seguridad. 

De la misma forma que para colocar cargas de demolición, se puede necesitar al buceador de combate para explorar campos de minas y otros obstáculos subacuáticos, para hacer una exploración de los puertos, dársenas y presas, para poner y recuperar escondrijos submarinos, y para encontrar la parte fundamental del equipo que ha tenido que ser abandonado en una emergencia. 

Por ser voluminoso y difícil de esconder, el equipo para las misiones subacuáticas será lanzado por aire, cuando lo necesiten, a los equipos secretos de las Fuerzas Especiales ya establecidos. 

Operaciones con botes pequeños


En muchos países los ríos y canales interiores son más importantes que las carreteras, siendo sus principales rutas de comunicación. Las Fuerzas Especiales, con su entrenamiento global, están muy bien preparadas para poder utilizarlos. 

Embarcaciones fluviales y pequeños botes hinchables son más válidos como vehículos de transporte que como vehículos de combate, aunque debes estar siempre preparado para las emboscadas, por ejemplo, que te obliguen a luchar desde el bote. Esta posibilidad influirá en la decisión del jefe de equipo cuando se trate de decidir entre viajar por tierra o por agua. 

La única gran ventaja de ir en bote es la velocidad. Se estima que la velocidad media es de 40 a 45 kilómetros por hora en zonas donde los canales se usan en toda amplitud y están libres de escombros y de otros obstáculos. 

Botes hinchables


Los botes hinchables, que se deslizan por la superficie, son mucho más maniobrables que las lanchas, que pueden tener un calado de hasta 75 cm. Son también muy livianos, y por tanto se pueden transportar a hombro, si es necesario, durante un trecho. Los botes hinchables de asalto construidos para tal propósito tienen sus desventajas. No hay forma de camuflarlos; sus motores fueraborda hacen un ruido horrible, y es muy fácil que resulten dañados por troncos y otros restos flotantes o cercanos a la superficie. 

Cuando se decide utilizar botes en una operación en concreto, el jefe de equipo tiene que pensar en la operación como un todo, y elegir el camino y el modo más adecuado para realizar la operación con éxito y en el menor tiempo posible. 

La norma debe ser: utiliza los botes cuando sea el medio más rápido para trasladarse de un lugar a otro; no los utilices y haz marcha campo a través si esa parece la mejor solución. Lo mismo es aplicable al uso de buceadores: ataca al enemigo en su punto más débil y desde la dirección que él menos espere. 

Este entrenamiento en botes pequeños y en operaciones subacuáticas es sólo un ejemplo más de la gran capacidad del soldado de las Fuerzas Especiales, preparado para desplazarse a cualquier parte, en cualquier momento, y para realizar cualquier operación al instante. 



ELECCIÓN DE UN LUGAR PARA EL DESEMBARCO 


El lugar ideal para un desembarco por mar tiene características muy similares a las de una buena zona de lanzamiento de paracaidistas: ha de ser identificable a distancia, libre de obstáculos. con buen acceso, segura y con posibles rutas de evacuación para el grupo de transportes y el comité de recepción: finalmente, ha de ser totalmente ajena a la actividad del enemigo. La principal diferencia radica en el mar, y por debajo de él. 

Cualquier observador razonablemente competente puede hacer una evaluación de una zona de lanzamiento interior con sólo mirar alrededor cuidadosamente. Para hacer lo mismo en un desembarco por mar se necesita un cierto conocimiento de hidrografía Las mareas y las corrientes son más difíciles de combatir que los obstáculos subacuáticos, que al menos no se mueven continuamente. 

La navegación por mar e incluso por canales interiores tiene mucha más dificultad que por tierra, principalmente porque es difícil saber con precisión dónde estás en cada momento. Un equipo con un reducido radar moderno puede solucionar este problema, pero te deja al descubierto si el enemigo detecta las emisiones del radar. 

Una mejor solución ofrece el equipo de navegación por satélite, que te dirá dónde estás en 100 metros en la superficie de la tierra. Puesto que es completamente pasivo, no te arriesgas a delatar tu posición al usarlo. 

DESEMBARCO 

El tránsito hasta el área puede tardar, y la distancia dependerá completamente del consumo de gasolina. Los soldados deben estar preparados también para una incursión desigual y deben llevar las ropas adecuadas. 

A una cierta distancia del objetivo las lanchas ralentizan sus motores para cortar el sonido. En este punto su mayor aliado serán el viento y las olas del mar, que cubrirán cualquier sonido que ellos hagan. A partir de ahí empiezan a moverse lentamente hasta un punto de cita siempre a una distancia visible de su lugar de desembarco. Es importante darse cuenta de que un buen radar puede descubrir e identificar las lanchas, y debes recordar esto al planear una ruta. 

Una vez en el punto RV, los soldados esperan la señal acordada del equipo de reconocimiento en tierra que les notifique que todo está despejado para hacer la incursión. Puede que algo haya ocurrido en tierra y por tanto no recibirán ninguna señal, en cuyo caso las lanchas regresarán. 

Si se recibe la señal. las lanchas se moverán sin motor y los soldados remarán. Esto depende de las condiciones del tiempo, pero a partir de aquí es esencial que se haga el menor ruido posible. Un hombre en cada lancha tiene un arma apuntando a tierra a modo de precaución. Una vez dentro, todos desembarcan con la mayor rapidez y en silencio y avanzan hasta una zona determinada para esperar el próximo paso. Entretanto, las lanchas esperan en las zonas más escondidas, junto con una fuerza de guardia, y con las proas apuntando al mar. 

El comandante de las fuerzas de incursión y los jefes de su equipo reciben la instrucción final del comandante del equipo de reconocimiento. 

Esto permite a todos ultimar detalles y hacer los cambios necesarios. Una vez que todos están satisfechos, los jefes de equipo se disponen a dar las instrucciones a su equipo y, en un tiempo determinado, se ponen en marcha. 

En este punto puede que sea necesario para los equipos dividirse y acercarse al objetivo desde diferentes ángulos. En cualquier caso, cada equipo es guiado por un miembro de las fuerzas de reconocimiento, el cual los lleva a una linea de salida. Muy a menudo el equipo de reconocimiento actúa como un grupo de fuego de apoyo, ofreciendo toda la ayuda que puedan necesitar. 

TENDER EMBOSCADAS A LANCHAS 


En muchos sentidos, es mucho más fácil tender una emboscada a una lancha que a una patrulla a pie o incluso a un grupo de vehículos blindados. Las lanchas no pueden abandonar la senda y desaparecer en los matorrales. Muy pocas lanchas llevan blindaje capaz de rechazar hasta un proyectil GPMG. 

Pero existe un factor adicional que tienes que considerar: al no ser como una carretera o un sendero, el río puede cambiar sus características considerablemente entre el tiempo en que planeas la emboscada y el tiempo en que llevas a cabo la operación. Sin duda esto es particularmente llamativo e importante en las aguas torrenciales. 

Estos cambios en la profundidad del agua disponible, e incluso en la dirección en la que sopla el viento, pueden afectarte de dos maneras: puede que haga que el enemigo viaje por una ruta diferente, haciendo así tu señalización con estacas una completa pérdida de tiempo. Pero también puede que corte tu retirada, y te deje expuesto a represalias a mano de fuerzas mucho más fuertes. 

Considera a tus propias lanchas como medios de transporte, no como plataforma de combate. y desembarca a los soldados que van a formar el grupo de emboscadas. Las tripulaciones de las lanchas permanecerán con el aparato, que deberá estar listo para la huida. 

Cuando eliges un sitio para una emboscada en tierra, uno de los factores más importantes es el terreno de caza, el lugar hacia donde va a correr el enemigo cuando abras fuego sobre él. La misma clase de consideración no se aplica a una emboscada fluvial. La única forma de que abandone las lanchas es dirigiéndose al otro lado, y la barrera de una granada de fragmentación bien lanzada puede convertir eso en un asunto costoso. 

La otra ruta de escape que tiene es sacar sus lanchas, y los grupos de detención situados a cada extremo del emplazamiento de la emboscada deberían tenerlas a su cuidado. La única forma segura de combatir una emboscada fluvial es observar antes de introducirse en ella, y eso significa actividad patrullera continua al frente de la fuerza principal (tanto por las riberas como en el agua misma). 

En áreas donde se sabe que el enemigo está operando, un comandante prudente utiliza sus lanchas y sus hombres de la misma manera que un comandante de un pelotón de APC utiliza sus vehículos, haciendo su progresión lo más segura posible. 


Miembros de La Tripulación Combatiente de Operaciones Especiales o SWCC realizan un ejercicio de extracción de una unidad SEAL

No hay comentarios:

Comparte tus pensamientos sobre este artículo