lunes, 27 de octubre de 2014

Tácticas de Infantería nº8

LANZANDO LA EMBOSCADA

Respiras trabajosamente. Por fin ha llegado la señal de uno de tus grupos de flanqueo de que el enemigo está en las proximidades. Pocos minutos después puedes verlo, abriéndose paso cautelosamente en columna de a uno hacia ti, a lo largo del sendero. En cuestión de segundos, los soldados enemigos se agolpan sin remedio en un trecho de campo abierto antes de cruzar el arroyo. No debían haberlo hecho. Están en tu terreno de caza.

El primer hombre ya está en el agua. El que va en la retaguardia es, evidentemente, un oficial. No está todavía en el terreno de caza, pero sí en vuestros puntos de mira, cuando empiezan a explosionar las minas Claymore.

El estruendo es increíble: las armas automáticas hacen fuego concentrado sobre la zona acotada y alguien arroja granadas en medio del grupo enemigo para asegurar su total destrucción. Tal es la confusión que ni oyes tus propios disparos; sólo sientes el retroceso. Has abatido al hombre que tenías enfrente, y en el claro se ha producido una carnicería. Así hay que hacerlo.

A la espera

Llevar a buen término una emboscada es sólo cuestión de segundos, pero esperar a que aparezca el enemigo puede resultar frustrante y tedioso. Tienes que situarte en posición, debes ponerte lo más cómodo posible y aguantarte sin fumar, sin moverte, sin hablar y sin hacer ningún otro ruido durante todo el tiempo necesario para completar la operación. El tiempo que tengas que permanecer en la posición de emboscada dependerá de donde estés. En una fría y lluviosa noche invernal europea es imposible que aguantes durante más de seis horas. En cualquier caso, deberás esperar a que te releven o a retirarte en un plazo de aproximadamente 12 horas.

Listos para la acción

Una vez en posición, monta un sistema que permita el descanso de algunos durante la vigilia de otros. De lo contrario, la concentración se deteriorará rápidamente. Pero todos deben estar preparados para la acción instantánea, ya estén vigilando o descansando. Tu arma debe estar amartillada y a mano, y las granadas, listas para ser lanzadas.

Objetivos civiles

Puedes enfrentarte a dos problemas especialmente delicados mientras esperas el inicio de la emboscada, sobre todo si es una a largo plazo: los civiles y los soldados aliados. Puede que pasen civiles por tu zona de caza o incluso que se detengan allí para charlar o descansar. Todo lo que puedes hacer es permanecer escondido y esperar a que se vayan antes de que los soldados enemigos aparezcan. Si te ve un civil, sólo tienes dos alternativas: detenerle —lo cual supondría un problema incluso para una emboscada a largo plazo— o anular la emboscada y, si acaso, tenderla en alguna otra parte. 

Puede que el enemigo emplee civiles a modo de porteadores o guías, mezclados con su patrulla. Como comandante de una emboscada, tendrás entonces que tomar sobre la marcha una terrible decisión. Puedes considerar que la misma presencia de los civiles en la patrulla los convierte en blancos legítimos, o, por el contrario, el asesinato de civiles reclutados a la fuerza podría deteriorar enormemente las relaciones con la población local. Lo que, con toda seguridad, no deberás hacer es pedirle a tus soldados que disparen seleccionando los blancos. El tiempo necesario para decidir si disparar o no contra un blanco en concreto podría fácilmente costarles sus propias vidas.

Fuerzas aliadas

En teoría, una patrulla aliada nunca deberá atravesar una emboscada. En la práctica esto sucede con demasiada frecuencia: en las Malvinas, dos patrullas británicas se encontraron y se infligieron bajas fatales. Para evitar lo peor, debes permanecer completamente quieto hasta que la patrulla aliada se haya marchado. No intentes establecer contacto. Pueden malinterpretar cualquier intento que hagas de alertarles de vuestra presencia, posiblemente con resultados que después hayas de lamentar. 

Comienza la emboscada


Planifica con cuidado y ensaya el plan para lanzar la emboscada El modelo usual es el siguiente: El grupo de bloqueo que avista al enemigo lo comunica al comandante de emboscada Necesitarás un sistema previamente acordado para que puedas comunicar los efectivos y la dirección del grupo enemigo al mismo tiempo. Alerta a los demás grupos de la emboscada con la misma información. Todos deben —silenciosa e invisiblemente—tomar posiciones de tiro. Espera hasta que haya un máximo de enemigos en la zona de caza. Entonces inicia la emboscada, abriendo fuego tú mismo o tocando en el hombro al tirador más próximo a ti para que lo haga él. Evidentemente, tienes que concentrar inmediatamente la máxima cantidad de fuego posible. Quizás el mejor modo de hacerlo sea cercando el terreno de caza con minas Claymore e iniciando la emboscada detonándolas eléctricamente. El efecto puede ser devastador.

Lo siguiente

Una vez iniciada la emboscada, la acción suele ser intensa y breve. Lo que quede de un enemigo numéricamente débil normalmente saldrá corriendo. Pero a menudo podrás destruir incluso un enemigo fuerte gracias al elemento sorpresa, a la potencia concentrada de fuego y a la posición. Cuando haya cesado el movimiento enemigo, da la señal de alto el fuego. Entonces espera. Todos deben permanecer quietos apuntando sus armas y alertas. Normalmente, en esta fase los supervivientes enemigos intentarán huir. Cuidado con cualquier enemigo herido que aún sea capaz de usar una granada contra alguien que se le acerque. Si ya no hay más movimientos ordena el alto el fuego. Ya puedes ir al terreno de caza para registrar el enemigo en busca de documentos o cualquier otra información. De noche no podrás hacerlo, pues uno de tus grupos podría tomar al otro por enemigo. El siguiente trabajo será la retirada.

Reacción enemiga

Si tu emboscada ha sido contra una fuerza enemiga mucho mayor, deberás optar por la táctica de disparar con la máxima potencia de fuego y retirarte. En primer lugar, utiliza sólo minas Claymore para contactar con el enemigo, de modo que no pueda localizar tu posición, y pide fuego de artillería para cubrir tu retirada. Casi con toda seguridad, no todos los enemigos estarán en la zona de caza y las fuerzas restantes reaccionarán lanzando un asalto inmediato contra tu equipo de emboscada. Si esto sucede, puedes quedarte y luchar. Pero, para hacerlo, necesitarás una posición muy fuerte y, al menos, tantos hombres como tengas en el equipo de emboscada para bloquear el contraataque enemigo. Tendréis que atrincheraros por completo. Ello os protegerá del fuego enemigo, os permitirá situar más minas Claymore cerca de los equipos de caza y de bloqueo y, además, podréis pedir fuego de apoyo artillero cerca de vuestras propias posiciones. Si no tienes todos estos factores de tu parte, la discreción es, con mucho, la mejor característica del valor. Retírate. ¡Cuidado!

Los ruidos pueden comprometer tu emboscada: amartillar un arma mover un seguro, toser, sorber por la nariz, susurrar, utilizar sin cuidado la radio, e incluso respirar profundamente, todo ello puede delataros. Las posibilidades de fracaso son elevadas, pero las recompensas son grandes. Necesitarás de todas tus cualidades como infante y una gran cautela para llevar a cabo una emboscada con éxito. Piensa detenidamente cada aspecto de tu plan, ensáyalo con cuidado, mantén la más estricta disciplina, conserva la calma en las situaciones más delicadas, dispara de modo certero, da órdenes claras. 

TRAS LA EMBOSCADA

Registrar o no registrar: esto depende en gran parte de la situación táctica y, por supuesto, de tus órdenes. Si tienes una pequeña fuerza operando en territorio enemigo en una guerra convencional, puede que no resulte razonable perder tiempo registrando los cuerpos: el riesgo de un contraataque enemigo puede ser demasiado alto. Puede que sólo hayas emboscado a la compañía en cabeza de todo un regimiento de infantería mecanizada en movimiento.

Visores de tiro: Las bengalas y otras luces dejarán inservibles los visores, por lo que deberás guardarlos si vas a proceder al registro de cuerpos con las luces de emboscada y las bengalas: si no, utiliza las bengalas nocturnas pasivas y los aparatos de termoimagen

Empaquetado: Mientras unos registran, las luces de emboscada, los cables de comunicación y demás equipos deberán ser recogidos y empaquetados. No deberán quedar indicios de la identidad de la unidad ni de los procedimientos operativos utilizados

Equipo: Las mochilas y el equipo no necesario deberán dejarse en el punto de reunión final los registradores tendrán que andar ligeros de peso, Pues es posible que tengan que separarse y moverse a gran velocidad.

Transmisiones: Se suele mantener el silencio en la radio hasta que se inicia la emboscada. Es vital que : estés en comunicación para, que podáis pedir fuego de apoyo de morteros y artillería sobre los DF previamente registrados, en caso de contraataque o persecución del enemigo.

Morteros ligeros: Pueden utilizarse para disparar granadas rompedoras en la zona de caza o posibles rutas de escape, granadas iluminantes durante el combate y el registro, y fumígenas para cubrir la retirada hasta el punto de reunión (PR). El mortero se disparará normalmente desde un asentamiento desenfilado, idealmente bajo el control del sargento de sección en el PR.

Conseguir información: Registra los cuerpos de los caídos y llévate cualquier cosa que pueda ser de valor informativo. Asegúrate de envasar y etiquetar los artículos cuidadosamente para comunicar al oficial de información qué cosa procedía de qué cuerpo. El análisis de los datos puede aclarar el tipo de mandos que iban en la patrulla, la misión de la misma y las demás.

Registro: Los encargados del efectuar el registro deberán trabajar en equipos de dos hombres. Pueden proceder del grupo de caza o del de bloqueo. pero siempre deberán estar cubiertos por el resto. Cada equipo deberá recibir instrucciones claras y tiempo para ensayarlo de antemano. A cada equipo se le deberá asignar una zona especifica o un grupo de cadáveres para registrar y unos limites para que no exista la posibilidad de que se disparen unos a otros. Las linternas corno las utilizadas por los cazadores furtivos para la iluminación de las presas, instaladas y apuntadas con el fusil, son una útil herramienta de registro.

Minas: Si has utilizado minas y obstáculos para cubrir las rutas de escape desde la posición de emboscada, deben ser desactivadas nada más concluya el combate, evitando así que alguien de los tuyos las pise.

Trampas: Si hay tiempo, pueden utilizarse en algunas situaciones tácticas. Poner trampas explosivas en los cadáveres enemigos con granadas, minas Claymore. etcétera. Puede tener efectos adversos para la moral enemiga.

Romper el contacto: La velocidad es esencial para la supervivencia. Si vas a registrar, hazlo lo más rápido posible, seguido de una prudente retirada al punto de reunión, donde se hará recuento de efectivos, la retirada por los primeros sectores del camino de regreso debe ser también rápida. Puede que el enemigo haya tenido tiempo de pedir refuerzos o una misión de tiro sobre la posición de emboscada.

Continuación de la emboscada: En la guerra de guerrillas o al emboscar pequeños grupos de enemigos cerca de vuestra propia FEBA, el registro de cuerpos y la continuación es una propuesta más que aceptable. Los equipos con perros pueden ser útiles para seguir los rastros de sangre y capturar a aquellos que consiguieron evadirse.

Prisioneros: Una emboscada bien tendida y efectuada no debe producir la captura de prisioneros. No puedes arriesgarte a enviar a tus hombres a la zona de caza sin estar seguro de que todo lo que hay en ella está muerto o fuera de combate: Para eso es la fase de vigilancia y disparo Asegúrate de cubrir las eventualidades en tus órdenes y de que tus equipos de control de prisioneros tengan instrucciones y equipos: bolsas de plástico. capuchas. mordazas...

Grupos de bloqueo: Deben tener comunicación por radio con el comandante de emboscada. pues puede que haya contacto con el equipo de exploración de la patrulla enemiga. Proporcionan protección de flanco durante la fase de registro y alertan de la persecución del enemigo.

 REGISTRO DE CADÁVERES 

Se deberán examinar los cadáveres dejados por el enemigo para ver si llevan algo de valor informativo. 



1- Después de que el comandante ordene el alto el luego, los grupos de registro deberán inspeccionar los cuerpos en la zona de caza, buscando cualquier cosa de valor militar.


2- Hay que acercarse al cadáver con cuidado, con un hombre cubriendo al otro por si el soldado enemigo se hace el muerto.


3- Mientras tu compañero le apunta con su arma, da al cadáver una patada para asegurarte de que no finge estar muerto.


4- Desármalo antes de darle la vuela: recuerda que un moribundo podría intentar matar a quien se acerque a él.


5- Dale la vuelta al cadáver mientras tu compañero mira si hay alguna granada debajo. Si grita Granada!, echa el cuerpo encima de la misma y ponte a cubierto.


6- Registra el cadáver y recoge cualquier documento que encuentres: puede suministrar información importante. En una situación antiguerrilla, puede que tengas que fotografiar el cadáver para su identificación.



Soldados del 2º Batallón del Regimiento Lancáster del Ejército Británico emboscando a los Talibanes en Afganistán (arriba).


Soldados del Ejército Británico y del ANA emboscando a los Talibán en Afganistán (abajo)


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